Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Hace unos cuatro años sufrí una caída, fracturándome...

Del número de julio de 1951 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Hace unos cuatro años sufrí una caída, fracturándome las dos muñecas. En aquel tiempo no sabía absolutamente nada acerca de la Christian Science de modo que consulté a un osteópata. Los huesos fueron encasados y los brazos puestos en vendajes enyesados. Así pasé dos meses. Al cabo de un año, al hacerle la última visita al especialista, éste me informó que jamás me sería posible voltear las manos, y yo acepté su veredicto.

En 11 de febrero de 1947 asistí a una conferencia sobre la Christian Science. El conferenciante disertó con tal sinceridad que me causó honda impresión. Continué meditando sus últimas palabras: “Tienes ahora contigo uno que es sano en sus opiniones” (Job 36:4). Lo que más anhelaba era comprender el significado de estas palabras y de otras proferidas por el conferenciante. A la noche siguiente asistí a la reunión testimonial de una iglesia de la Christian Science, donde escuché con verdadero interés los testimonios dados sobre curaciones efectuadas. Al abandonar la iglesia, me llevé unos ejemplares del Sentinel, los que leí en casa, estudiando también los pasajes bíblicos citados en ellos. El jueve por la noche percibí que podía voltear las manos con toda facilidad. Mi asombro fué tal que me acostó trabajo creerlo. Muchas veces dí gracias a mi Padre celestial por esta curación.

Estoy en verdad agradecida por la Christian Science y por las múltiples bendiciones que he recibido gracias a la comprensión de Dios.—

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / julio de 1951

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.