Hace unos cuatro años sufrí una caída, fracturándome las dos muñecas. En aquel tiempo no sabía absolutamente nada acerca de la Christian Science de modo que consulté a un osteópata.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!