Hoy que los hombres y las naciones claman tanto por la seguridad, conviene considerar seriamente: ¿Qué es seguridad y dónde encontrarla? Seguridad es la certitumbre de que se está a salvo, la certeza de estar libre de ansiedad y destrucción. Mary Baker Eddy escribe en “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” (pág. 232): “Sólo en la Ciencia divina se encuentran garantías para los derechos del ser armonioso y eterno.” Luego la seguridad se halla en la comprensión de la Christian Science
Nombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”. que enseña la verdadera relación entre el hombre y Dios. Pero ¿en qué consiste esta relación verdadera, y dónde se halla? Consiste en la unión entre Dios y el hombre, entre el Principio y su idea. Cuando se le busca en el Principio, la seguridad verdadera es siempre asequible y está establecida a perpetuidad. La humanidad tiene derecho a la seguridad, pero sólo como corolario de buscar primeramente la correcta comprensión de Dios, por ser una de las cosas que se dan por añadidura, como prometió Cristo Jesús a los que buscaran primeramente el reino de Dios y Su justicia.
Cuando nos dedicamos al estudio de la Christian Science, lo primero que aprendemos es que Dios no es un ser corpóreo: Es Espíritu omnipotente, omnipresente y omnisciente. Ni es tampoco el hombre un ser corpóreo que depende de la materia para su vida y actividad. Aprendemos que el hombre es la imagen y semejanza espiritual del Dios que es Espíritu. El hombre es perfecto, proque su fuente u origen es perfecto. Por poca que sea la comprensión de la verdadera naturaleza de Dios y de Su idea espiritual que es el hombre, ya comienza a disipar el temor y a orientar hacia la comprensión del verdadero significado de la seguridad.
Pero cuando la gente llena su mente de creencias de que hay peligro, carencia, temor, desaliento u otros males, éstos tienden a manifestarse en su experiencia humana. Urge, pues, eliminar de la consciencia de los hombres todos esos falsos pensamientos, reemplazándolos con pensamientos de confianza en vez de temor, de seguridad en vez de duda, de abundancia en vez de carencia, de fuerza en vez de debilidad, de amor en vez de odio. Escribe Mrs. Eddy (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, p. 210): “Amados Científicos Cristianos, tened la mente siempre tan llena de Verdad y de Amor que ni el pecado ni la enfermedad ni la muerte puedan entrar en ella. Es claro que no se puede añadir nada a la mente ya llena. No hay por donde pueda meterse el mal ni espacio que pueda ocupar en una mente llena de bondad.” Y añade: “Los buenos pensamientos son una armadura impenetrable; revestidos con ella estáis completamente escudados contra los ataques de toda clase de error. Y no sólo estaréis a salvo vosotros mismos, sino que así beneficiaréis a todos en quienes penséis.”
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