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[Original en francés]

Desde que tuve el privilegio de conocer la...

Del número de julio de 1956 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Desde que tuve privilegio de conocer la Christian Science mi vida ha cambiado por completo. El conocimiento de esta Ciencia y su aplicación en la práctica me han abierto la puerta hacia la libertad mental y física.

El libro de texto, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mary Baker Eddy, me lo recomendaron cuando mi vida me parecía una carga demasiado pesada para mí. A medida que leía tan admirable libro, muchas cosas que me dejaban antes perpleja se me aclararon, e inmediatamente me advino consuelo. Era como si hubiera andado vagando por una tierra extraña y hostil y luego hubiera llegado, por fin, a un ambiente benéfico. Pronto sentí que el manto oneroso de los sufrimientos se me deslizaba de mis hombros.

Entonces quise yo saber más de esta religión. Comencé a ir a una Iglesia Científica de Cristo, y los testimonios que escuchaba en las reuniones de los miércoles me interesaban mucho. No tardé en aprender que la falsa evidencia de los sentidos materiales tapa la realidad de la Vida de manera que no la vemos, que los sentidos espirituales siempre están exentos de dolencias y que la Mente que es Dios nos da poder, paz y felicidad. A poco empecé a amar los servicios dominicales de la Iglesia y las reuniones de testimonios de los miércoles, sin querer perder ni un solo servicio o reunión. Con la ayuda de una amiga que era miembro devota de la Iglesia, y leyendo las obras de Mrs. Eddy, así como las publicaciones periódicas de la Christian Science, progresé rápidamente en mi comprensión espiritual. A lo que siguió mi curación de estreñimiento, de pleurisía, bronquitis, agotamiento y una afección cardíaca. Unos dientes que ya no estaban completamente esmaltados, perdieron su sensibilidad para molestarme.

Para una enfermedad de los riñones fuí a consultar a una practicista por recordar todavía un diagnóstico médico que se me había comunicado, y sabía que ya era tiempo de acabar con esa enfermedad. La practicista me dijo que Ciencia y Salud es el mejor médico en el mundo por contener la revelación de la Christian Science o sea el conocimiento de la Verdad que es Cristo, que restaura todas las cosas. Yo comencé a concordar todos mis pensamientos con el Principio divino y a eliminar toda sugestión mental agresiva, sabiendo que temer al mal es darle poder, dudando de la omnipotencia divina, y por lo mismo, negando que Dios es Todo. Cuando hube visitado la Sala de Lectura, estudiando en oración los temas de la substancia verdadera, la obediencia, la humildad y el amor, quedé curada.

Como miembro de La Iglesia Madre y de una filial, puedo decir que poniendo a Dios y a la idea espiritual de la Iglesia por encima de todo lo demás, progresamos mucho en llevar a cabo nuestra salvación. Hace tres años tuve el privilegio de recibir instrucción facultativa que me dió uno comprensión más clara de la Verdad y una base sólida para aplicarla. Ahora ya puedo ayudar a otros, y esto me llena de profunda gratitud y gran gozo.

Quiero expresar mi gratitud a Dios por nuestro Ejemplificador del camino, Cristo Jesús, por nuestra amada Guía, Mrs. Eddy, y por la Christian Science que ella nos dió.

Como los testimonios me sirvieron de mucho cuando comenzaba a estudiar la Christian Science, tal vez el mío les sirva a otros que estén empezando a estudiar esta gran religión.—

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