Cada verano Sally y Nancy visitaban a su tía. Todos los años las llevaban sus padres en su automóvil marchando alrededor del lago, pero este verano iban a cruzar el lago con su madre en un barco grande. Las alegró mucho les dijeran que dormirían a bordo del buque en una camita de lo que llaman camarote.
Cuando su padre las llevó al lago, soplaba un viento fuerte en el que el buque se mecía bastante. Al principio les pareció eso bonito, y les gustó ver a los enormes barcos remolcadores tirar y empujar al bote grande lago adentro. Pero cuando iban a desvestirse para acostarse el buque se mecía tan recio que ellas comenzaron a tener miedo.
Su madre extendió el brazo para coger su bolsa y sacar la Biblia, al mismo tiempo que les preguntaba: "¿Recordáis lo que Jesús les dijo a sus amigos que iban navegando con él y estaban asustados?" Sin esperar respuesta ella abrió la Biblia en el capítulo ocho de Mateo y comenzó a leerles en el verso veinticuatro: "Y he aquí, fué hecho en la mar un gran movimiento, que el barco se cubría de las ondas; mas él dormía. Y llegándose sus discípulos, le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos. Y él les dice: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y a la mar; y fué grande bonanza."
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