Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

El corazón receptivo

Del número de abril de 1958 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La Ciencia del Cristianismo cambia radical e innovadoramente nuestro modo de pensar. Como la ciencia de las matemáticas, que no puede adaptarse a opiniones personales ni a cosa alguna en discrepancia con sus principios impersonales, así la Ciencia del Cristianismo no puede torcerse o desviarse a fin de adaptarla a ningún concepto humano o limitado de Dios o el hombre. A esta Ciencia hay que allegarse y debe aceptarse con espíritu de candorosa humildad, con un corazón ávidamente receptivo si quien lo haga ha de ganar la inspiración divina que cura a los enfermos y liberta al pecador de su inclinación a pecar.

Con frecuencia oímos hablar de enfermedad del corazón. Quienquiera que caiga presa de esa creencia — pues la Christian Science ha probado que es sólo eso: una creencia del todo insubstancial — haría bien en meditar sobre la definición de “corazón” que da nuestra Guía divinamente inspirada, Mary Baker Eddy, en el Glosario de “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” (pág. 587): “Sentimientos, motivos, afectos, alegrías y aflicciones mortales.”

Que el que sufra de esa afección se pregunte: qué “sentimientos mortales” abriga; y cuando descubra algún sentimiento que no sea semejante a Dios, que se desprenda de él tan radical y prontamente como pueda. Esto se logra estudiando a diario la Biblia y los escritos de Mrs. Eddy y practicando las verdades que así aprenda. Esos libros aclaran el método empleado por Jesús y los que le seguían para curar a los enfermos.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / abril de 1958

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.