Con humilde gratitud deseo testificar acerca de las múltiples bendiciones que mi familia y yo hemos experimentado mediante la Christian Science.
Hace varios años experimenté una curación maravillosa. Un miembro de la familia que no era Científico Cristiano llamó a un médico, quien diagnosticó que yo estaba sufriendo de un tumor abdominal. Quería llevarme a un hospital para someterme a una operación inmediata, diciendo que si no me operaba al momento, moriría en poco tiempo.
Pero yo rehusé toda ayuda médica, pues deseaba que mi curación se efectuara sólo mediante la ayuda de Dios. Me aferré firmemente al pensamiento de Dios y Su idea y a las palabras halladas en la página 167 de nuestro libro de texto “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mary Baker Eddy que dice: “Sólo por medio de una confianza radical en la Verdad puede realizarse el poder científico de la curación.” Ateniéndome a la verdad examiné sinceramente mi modo de pensar. El resentimiento y otros pensamientos poco caritativos fueron puestos a un lado y aprendí a vigilar mi modo de pensar reconociendo como verdadero a sólo Dios, el bien.
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