Siento que ya es tiempo que una mi testimonio a los de tantas personas agradecidas que han sido beneficiadas mediante el poder sanador de la Christian Science. Hace diez y siete años me hallaba muy necesitada de curación. Además de estar enferma me encontraba muy desesperada. Me había sometido a tratamiento médico durante tres años pues estaba sufriendo de una afección al estómago; debía atenerme a una rigurosa dieta, y mis fuerzas y peso habían disminuido considerablemente. En mi desesperación sentía que no tenía a quien ni a donde recurrir, cuando una nueva amiga al ver mi situación me habló de la Christian Science.
Me dijo que ella sabía muy poco acerca de esta Ciencia, pero que una hermana suya que vivía en Sud Africa había sido sanada hace algunos años. Ella me dijo: “Si la Christian Science sanó a mi hermana, la puede sanar a usted también.” Juntas asistimos a los cultos de una iglesia filial de la Iglesia Científica de Cristo. Al momento noté la atmósfera sanadora que allí reinaba y me sentí confortada por la confianza y la fe que en esas reuniones se expresaban.
Poco después hablé con una practicista y más o menos un mes más tarde mi familia y yo partimos de vacaciones en caravana. Armada de los libros de texto, la Biblia y "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras" por Mary Baker Eddy, dejé atrás mis medicinas y mis píldoras sintiéndome elevada a una maravillosa sensación de paz. Ya no tenía temor alguno de lo que comía, mas consumía de todó lo que se servía al resto de la familia. Desde entonces no me he acordado más de los sufrimientos que padecí anteriormente.
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