Siento que ya es tiempo que una mi testimonio a los de tantas personas agradecidas que han sido beneficiadas mediante el poder sanador de la Christian Science. Hace diez y siete años me hallaba muy necesitada de curación. Además de estar enferma me encontraba muy desesperada. Me había sometido a tratamiento médico durante tres años pues estaba sufriendo de una afección al estómago; debía atenerme a una rigurosa dieta, y mis fuerzas y peso habían disminuido considerablemente. En mi desesperación sentía que no tenía a quien ni a donde recurrir, cuando una nueva amiga al ver mi situación me habló de la Christian Science.
Me dijo que ella sabía muy poco acerca de esta Ciencia, pero que una hermana suya que vivía en Sud Africa había sido sanada hace algunos años. Ella me dijo: “Si la Christian Science sanó a mi hermana, la puede sanar a usted también.” Juntas asistimos a los cultos de una iglesia filial de la Iglesia Científica de Cristo. Al momento noté la atmósfera sanadora que allí reinaba y me sentí confortada por la confianza y la fe que en esas reuniones se expresaban.
Poco después hablé con una practicista y más o menos un mes más tarde mi familia y yo partimos de vacaciones en caravana. Armada de los libros de texto, la Biblia y "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras" por Mary Baker Eddy, dejé atrás mis medicinas y mis píldoras sintiéndome elevada a una maravillosa sensación de paz. Ya no tenía temor alguno de lo que comía, mas consumía de todó lo que se servía al resto de la familia. Desde entonces no me he acordado más de los sufrimientos que padecí anteriormente.
Estoy tan agradecida a Dios por esta prueba de Su poder sanador. También estoy agradecida a Mrs. Eddy por la Christian Science, por ser miembro de La Iglesia Madre, por la oportunidad de servir en una iglesia filial y por haber tomado instrucción en una clase facultativa. Le estoy muy agradecida a la afectuosa amiga que primero me informó acerca del poder curativo de la Christian Science.— Edimburgo, Escocia.
Desearía verificar el testimonio de mi esposa y decir al mismo tiempo que en la época en que ella primero se interesó por la Christian Science, ambos éramos miembros de una iglesia ortodoxa en la cual era yo muy activo. En aquel entonces creía que la Christian Science estaba errada; no por que en realidad supiera yo algo acerca de esta ciencia, mas sólo porque muchas veces había oído como se la condenaba desde el púlpito.
Sin embargo, atraído por una curiosidad crítica pero al mismo tiempo interesado al percibir el notable mejoramiento en la salud de mi esposa, muy pronto me vi interesado por esta Ciencia y me convencí de la rectitud de sus enseñanzas. Mucho es lo que podría relatar acerca de las pruebas que a diario he experimentado mediante la operación de la ley divina que elimina los temores y la aflicción en lo que concierne a los negocios, y los reemplaza por una confianza serena en la presencia v el poder del bien.
El Maestro dijo (Juan 10:10): “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia;” eso es justamente lo que hemos hallado verdadero de la Christian Science. Nos ha proporcionado una vida más abundante.
Doy gracias a Dios por Mrs. Eddy y su descubrimiento de la Christian Science y por la oportunidad de servir en el movimiento que ella fundó para nosotros con tanto amor; también estoy agradecido por ser miembro de La Iglesia Madre y de una iglesia filial y por haber tomado clase de instrucción.
    