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La oración verdadera no tiene elemento que se le oponga

Del número de julio de 1958 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En el año de 1901, cuando pasó al más allá Guillermo McKinley, que era entonces el Presidente de los Estados Unidos, Mary Baker Eddy escribió un artículo que hoy aparece en su libro, The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany (La Primera Iglesia Científica de Cristo, y Miscelánea), titulado “Poder de la oración.” En él explica por qué las oraciones de una nación no salvaron la vida del Presidente. Dice ella (pág. 293): “Si la oración tan fervientemente hecha no hubiera poseído elemento que se le opusiera, y si la recuperación de la salud del Presidente se hubiera considerado que dependía por completo del poder de Dios — del poder del Amor divino para contrarrestar el propósito del odio, y la ley del Espíritu para dominar la materia,— el resultado hubiera sido científico, y el paciente hubiera recobrado su salud.”

Mrs. Eddy señala cuatro elementos opuestos en su explicación del caso: primero, depender de medios materiales como auxiliares del poder de Dios; segundo, falta de comprensión de que Dios es realmente omnipotente; tercero, creer que el odio puede sobreponerse al Amor; y cuarto, creer que la materia no está sujeta a la ley del Espíritu. El Científico Cristiano avisado está en guardia para impedir que entre en su oración elemento alguno que impida el resultado de que es capaz el tratamiento según la Christian Science. Por supuesto que los elementos que pretendan oponerse a la oración no se limitan necesariamente a estos cuatro.

Sin embargo, depender del uso de medios materiales para auxiliar o contribuir al poder de Dios puede pretender tomar una forma algo sutil, como elemento que se oponga a la oración. La Christian Science nos enseña a que veamos tales condiciones erróneas como realmente son, es decir, falsas sugestiones agresivas, y que luego las destruyamos. No basta que el paciente se abstenga de tomar medicinas u otros agentes materiales. El pensamiento humano parece ser muy potente. A veces cree que es dañoso abstenerse de adoptar auxiliares materiales. Esa creencia general produce un temor indefinido, que hay que tomar en cuenta para manejarlo.

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