“¡Gloria a Dios y paz a los corazones que luchan!” escribe la Sra. Eddy en Ciencia y Salud. Y continúa: “Cristo ha quitado la piedra de la puerta de la esperanza y fe humanas, y gracias a la revelación y demostración de la vida en Dios, las ha elevado a la posible unión con la idea espiritual del hombre y su Principio divino, el Amor”.Ciencia y Salud, pág. 45;
El Himnario de la Christian Science nos ofrece muchas posibilidades para cantar la gloria de Dios. Cada uno de los himnos es una ofrenda y una oración; son dulces para cantar y fáciles para meditar. Su melodía es la música del corazón que exhala la fragancia de la gratitud; es la esperanza y la fe armonizadas en un solo acorde; es la gracia de la unisonancia.
¿Tenemos problemas? Podemos dejar que el canto nos lleve a la victoria. Cuando oramos “Venga Tu reino”, Mateo 6:10; Dios nos responde: “Yo estoy siempre presente”.
La Ciencia Cristiana nos enseña que Dios es Todo-en-todo, que Él es Amor divino, nuestro Padre-Madre, nuestro amigo y compañero que está siempre presente, como Cristo Jesús lo demostró tan claramente. ¡Con cuánta gratitud podemos recurrir a Él y con cuánta confianza también! Su amor nos rodea; Su inteligencia nos alecciona. Su voluntad nos impulsa; Su fortaleza nos da poder. “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. Filip. 2:13;
¡Qué alegría nos proporciona el progresar en la comprensión de un Dios que podemos amar con todo nuestro corazón! Para saber más, el estudiante sincero de Ciencia Cristiana estudiará pacientemente todos los días para aprender más de la verdad que ésta nos enseña. Fielmente aplicará lo que entiende y de ese modo superará las teorías humanas que restringen y encontrará que sus más caras esperanzas se realizan. Sentirá su unidad con el amor de Dios.
Aprendemos en la Ciencia Cristiana que Dios es la infinitamente afectuosa Mente divina, y los ángeles son Sus pensamientos puros que nos inspiran y nos guían a las alturas. La Sra. Eddy dice de ellos: “Los ángeles son representantes de Dios. Estos seres que se remontan a las alturas, nunca conducen hacia el egoísmo, el pecado o la materialidad, sino que guían hacia el Principio divino de todo lo bueno, donde se dirige toda individualidad real, imagen o semejanza de Dios. Al prestarles atención sincera a estos guías espirituales, ellos se quedan con nosotros, y hospedamos ‘a ángeles, sin saberlo’ ”.Ciencia y Salud, pág. 299.
Nuestro Himnario nos trae un coro de ángeles elevando nuestro pensamiento cada vez más en la escala del ser. Todos los himnos contienen un mensaje sanador.
Un día, cuando mi hijo pequeño parecía estar muy enfermo, yo cantaba himnos suavemente mientras lo cuidaba. Al principio, el dolor que sentía era tan agudo y persistente, que parecía que mi hijo no prestaba ninguna atención a esta oración cantada; estaba inquieto y se quejaba por su malestar. Me negué a que la ansiedad entrara en mis pensamientos, y continué mis canciones de oración, que se encuentran en el Himnario, deseando ardientemente dar gloria a Dios. Comencé a cantar la primera estrofa del Himno número 208, cuya letra es de la Sra. Eddy:
Gentil presencia, gozo, paz, poder,
divina Vida, en todo está Tu ser.
Amor, que al ave Su cuidado da,
conserva de mi niño el progresar.
Mientras cantaba, sentí que me invadía una suave sensación de ternura. Mi hijo se quedó dormido completamente sano. El pensamiento angelical del constante amor de Dios nos había tocado con su poder sanador.
Muchas veces durante el culto de una iglesia, cuando la congregación se une cantando uno de estos mensajes angelicales, he sentido esta misma ternura, este mismo sentimiento de gozo. “Cristo ha quitado la piedra de la puerta de la esperanza y fe humanas”. Sí, estos mensajes divinos, dando gloria a Dios, traen “paz a los corazones que luchan”.
