Hace alrededor de treinta años fui sanada de artritis, quistes ováricos, fuertes dolores de cabeza, desórdenes funcionales, y del hábito de fumar, simplemente leyendo Ciencia y Salud por la Sra. Eddy.
Estas curaciones se efectuaron después que los médicos hicieron todo lo que pudieron por mí y dijeron que tendría que acostumbrarme al dolor de la artritis además de someterme nuevamente a una última operación para la extirpación de los quistes. No me operaron. Un año antes una amiga me había regalado un ejemplar del libro de texto, Ciencia y Salud, pero yo sólo lo había hojeado. Entonces mi amiga me dijo: “Ya probaste todo. ¿Por qué no pruebas la Ciencia Cristiana?”
Tuve una entrevista con una practicista, y nunca le estaré lo suficientemente agradecida por la forma práctica en que me presentó la Ciencia Cristiana. Me dijo que leyera Ciencia y Salud de principio a fin, que no me preocupara por lo que no entendía y que dejara de tomar medicamentos. No le pedí tratamiento porque no sabía que debía hacerlo. Volví a mi casa y empecé a leer; un día o dos después, mientras estaba leyendo, sentí algo indescriptible a través de mi cuerpo. No sentí más dolor; los desórdenes funcionales fueron corregidos y me di cuenta de que había sanado.
Cuando volví a ver a la practicista para agradecerle su trabajo, me dijo que no me había dado ningún tratamiento, ya que yo no se lo había pedido. Lo poco que había comprendido en nuestra entrevista, mi deseo de apoyarme en la Verdad y la lectura del libro de texto me habían sanado.
Estoy agradecida a Dios por el Salvador, Cristo Jesús, y por la obediencia de la Sra. Eddy a Dios al darnos la Ciencia Cristiana. El ser miembro de La Iglesia Madre y de una iglesia filial han sido experiencias gozosas. En mi iglesia filial ocupé el cargo de Segunda Lectora y el de bibliotecaria de la Sala de Lectura. Estoy agradecida también por haber tomado clase de instrucción. La literatura de la Ciencia Cristiana es una fuente permanente de inspiración.
Mittagong, Nueva Gales del Sur, Australia
Me complazco en verificar el testimonio de mi esposa.
La Ciencia Cristiana nos ha dado una manera práctica de enfrentar los problemas de la vida, y a través de los años nos ha brindado mucha felicidad.