Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Alentando al paciente a que se ayude a sí mismo

Del número de enero de 1975 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


El hombre en el estanque de Betesda había estado treinta y ocho años esperando su curación. Interrogado por Jesús, respondió patéticamente: “Señor ... no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo”. Juan 5:7;

Jesús no dijo: “¡Qué lástima! Te voy a ayudar a meterte en el estanque”. Tampoco pidió a sus discípulos que lo ayudaran. En forma sencilla, pero con autoridad, le dijo al hombre que tomara su lecho y anduviera. Resultado: el hombre fue completa e instantáneamente sanado. Jesús había conmovido y activado la habilidad del inválido para que se ayudara a sí mismo.

El Maestro alentó a sus pacientes a desarrollar la confianza en sí mismos. Le dijo a un hombre ciego que fuera a un estanque determinado y se lavara allí; a un hombre con una mano seca, que la extendiera. Y aun cuando alimentó a las multitudes multiplicó con su gratitud los panes y los peces que la misma gente había traído, a pesar de que eran pocos. Muchas veces exigió una fe comprensiva de aquellos que precisaban ser sanados.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / enero de 1975

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.