¿Qué haces cuando tienes hambre? Probablemente vas al refrigerador y encuentras algo bueno. Comes hasta hartarte. Qué bueno es no sentir hambre, ¿verdad?
¿Qué haces cuando tienes sed? Claro, bebes un vaso de agua. Qué bien, ¿verdad?
¿Sabes que hay otra clase de hambre? Es el hambre de justicia. Entonces es cuando la gente se da cuenta que necesita saber más acerca de Dios. Nos alimentamos con comida y bebida todos los días. Del mismo modo debemos permitir que Dios alimente nuestro pensamiento con el bien todos los días.
En la Biblia, nuestro amigo Cristo Jesús, dijo a la gente: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”. Mateo 5:6; La palabra “bienaventurados” significa felices. Así es que esta bienaventuranza nos dice que la felicidad viene cuando estamos llenos del bien que proviene de Dios.
¿Cómo puede uno llenarse con el bien, con la justicia? En la Biblia encontramos muchas historias verdaderas acerca de hombres y mujeres que tenían hambre de justicia y fueron satisfechos. Una de estas historias informa acerca de Zaqueo Lucas 19:1–10; que vivía en Jericó, cerca del río Jordán. Era recolector de impuestos y se había hecho rico guardándose parte del dinero de la gente. Empero, no estaba satisfecho con estas riquezas.
Necesitaba la felicidad que procede de la comprensión de Dios. Por consiguiente, fue a oír al gran Maestro, Cristo Jesús, que se hallaba de paso por su ciudad. Debido a que Zaqueo era un hombre de baja estatura, temía que no podría ver a Jesús por sobre la multitud. De manera que se subió a un árbol. Deseaba tanto ver al Maestro. ¿Y sabes una cosa? No sólo vio a Jesús, sino que Jesús lo vio y hasta lo llamó por su nombre “Zaqueo”, le dijo, “date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa”.
¿Puedes imaginarte cómo se sintió Zaqueo? ¡Jesús se iba a quedar en su casa! La Biblia dice que Zaqueo se bajó rápidamente “y le recibió gozoso”.
Entonces toda la gente que estaba mirando murmuraban despiadadamente porque Jesús había ido como invitado de un pecador.
Pero Zaqueo dijo a Jesús que quería devolver cuatro veces lo que había tomado injustamente de la gente. ¡Deseaba tanto ser justo! Y recibió lo que lo hizo verdaderamente feliz, realmente satisfecho, ya que Jesús le dijo: “Hoy ha venido la salvación a esta casa”.
Mary Baker Eddy dice esto en uno de sus himnos:
¡Quien hace aquí Su voluntad
saciado es! Christian Science Hymnal, Himno No. 160.
¿Tienes algunos amigos que tienen hambre de saber acerca de Dios? Si los tienes, díles lo que sabes de Él. De cómo Él los ama a todos, los ayuda y los enseña a amar. Así es como puedes alimentar a alguien que tenga hambre y sed de encontrar a Dios. Qué bueno es poder compartir.