Rechace, acepte, espere — ¿qué tienen que ver estas tres palabras con la Ciencia Cristiana? ¿Cómo podemos usarlas en la curación?
Rechazar — ésta es una palabra fuerte, ¿no es así? En el tratamiento según la Ciencia Cristiana, o la oración sanadora, aprendemos que es necesario ver el mal, o el error, como irreal y rechazarlo en nuestra consciencia.
Alguien puede preguntar: “¿Qué beneficio nos puede aportar el hacerlo?” Bien, simplemente éste: ver que no existe el problema, comprendiendo que no es parte de nuestro ser verdadero, el cual es imagen espiritual de Dios, nos separamos del problema. Así, rechazando, o echando fuera, una creencia de enfermedad, tristeza, pecado y todo lo que no es bueno, despejamos el cauce de nuestro pensamiento y abrimos el camino para que se establezca la bondad de Dios. Esto nos conduce a la segunda palabra: acepte.
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