Cuando despierto al amanecer
tomo un momento y gracias doy, al saber
que uno con Dios soy
sí, que a Él y a Sus ángeles unido estoy.
Y ese momento que tomo
se alarga en horas;
unido a mis ángeles juntos laboramos,
ya que todo lo que hago,
sea cocinar o barrer
de ellos viene el poder
para mi labor hacer,
sí, todo mi quehacer,
¡qué felicidad!
Así que, cuando despierto a la luz del sol,
y sólo un momento tomo para agradecer,
entonces todo el día mi Dios y yo uno somos,
pues, Sus ángeles y yo, unidos estamos,
en Su poder.
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