Cristo Jesús fue famoso no sólo por su prédica sino que por su habilidad para sanar.
“Le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos ... y los sanó”. Mateo 4:24;
La Ciencia Cristiana, concordando con las enseñanzas de Jesús, muestra que el mal bajo cualquier nombre o forma es irreal e importante. Demuestra que el hombre es la inmaculada y serena expresión de Dios. El hombre jamás puede incluir o poseer nada que no sea el bien, y ningún pensamiento erróneo o diabólico puede jamás poseer al hombre. En verdad no hay dos poderes limitados y opuestos, el bien y el mal, sino un solo poder, el bien omnipotente.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!