Anita despertó sintiéndose muy triste. “Hoy es el día en que papá y mamá se van de viaje”, pensó dando un suspiro.
Sus padres estarían ausentes solamente durante dos semanas pero se iban a otro país. Anita nunca antes había estado separada de ellos. Ella sabía que sus padres iban a viajar para aprender más acerca de la Ciencia Cristiana. Su mamá le había explicado que el saber más acerca de Dios los haría a todos más felices. Anita entendía esto, pero aún así se sentía triste. Su mamá hizo que se levantara, pero la niña se recostó en un sofá, y no quiso desayunarse.
La mamá sabía que ese viaje tenía un buen propósito y que no podía causar tristeza a nadie. Se dio cuenta de que Anita no era una niña triste que pronto se iba a separar de sus padres, sino una idea de Dios, alegre y gozosa. Y puesto que Dios da la alegría y el gozo, nada puede quitarle la alegría a ninguna de Sus criaturas.
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