Hace varios años comencé a asistir con regularidad a una Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, donde estoy aprendiendo a comprender las verdades básicas acerca de Dios y de mi relación con Él. Me siento muy agradecido por esta guía, pues muy pronto fue puesto a prueba mi genuino interés por esta Ciencia.
Esta declaración en Ciencia y Salud por la Sra. Eddy me ayudó a resistir una enfermedad contagiosa (pág. 469): “El exterminador del error es la gran verdad de que Dios, el bien, es la Mente única, y que el supuesto contrario de la Mente infinita — que se llama diablo o el mal — no es Mente, no es Verdad, sino error, sin inteligencia ni realidad”. La comprensión de esto fortaleció mi confianza en Dios, y así me fue posible desde el principio sentirme libre del temor.
Los síntomas de varicela, enfermedad conocida como contagiosa, se manifestaron al comienzo, pero al mismo tiempo, no me permití fluctuar, y pude reconocer la omnipotencia de Dios cada vez más claramente. Durante dos días y dos noches, cuando me sentí más incómodo, me mantuve orando para comprender la verdad de que el hombre expresa las perfectas cualidades de Dios, que la enfermedad no es nada, y que del error — la nada — nada procede.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!
