Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

“El Amor divino siempre ha respondido y...

Del número de enero de 1976 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


“El Amor divino siempre ha respondido y siempre responderá a toda necesidad humana” (Ciencia y Salud por la Sra. Eddy, pág. 494). He comprobado muchas veces la veracidad de esta declaración. Puedo decir que mi vida ahora dista mucho de ser lo que fue hace más de cincuenta años, cuando tuvimos nuestra primera curación en la Ciencia Cristiana.

Esta curación fue la de nuestra hijita que estaba padeciendo de una seria enfermedad contagiosa. Había estado más de una semana inconsciente e incapacitada para ingerir normalmente ningún alimento. Nuestro médico pidió que la examinara un especialista, el cual diagnosticó que la niña no pasaría la noche. Los médicos dijeron que no podía hacerse nada más que expresarle amor de madre y orar por ella.

Nuestros vecinos eran Científicos Cristianos y habían tratado de interesarnos en la Ciencia Cristiana llevándonos a algunas conferencias y a veces a los cultos. Sin embargo, no parece que habíamos logrado captar el completo significado de esta religión. Después que los médicos se fueron, pensamos que las palabras “amor de madre y oración” sonaban un tanto a lo que la Ciencia Cristiana enseña, de manera que hablamos con nuestra vecina y le contamos lo que habían dicho los médicos. La señora, una Científica Cristiana que había recibido instrucción de la Ciencia Cristiana en clase primaria, nos aseguró que nada podía perjudicar la vida de nuestra hijita porque ella era, en realidad, la expresión perfecta de la Vida infinita, y que conservaba esa perfección. Nos dio literatura de la Ciencia Cristiana y nos dijo que nos ayudaría por medio de la oración y que leyéramos el Salmo 91.

Leímos este Salmo varias veces, así como la literatura. Al cabo de un rato sentimos una gran paz y nos dormimos. No sé cuánto tiempo dormimos, pero fuimos despertados por nuestra hijita, la cual estaba parada al borde de nuestra cama, completamente sana y pidiéndonos algo para comer. Cuando el médico volvió, quedó sumamente sorprendido y nos dijo que solamente Dios podía haberla salvado. También nos dijo que había sabido de muchas curaciones realizadas mediante la aplicación de la Ciencia Cristiana, y que se regocijaba con nosotros.

Desde ese momento nos hemos apoyado completamente en la Ciencia Cristiana para todo. Matriculamos a nuestros dos hijos en la Escuela Dominical y nos hicimos miembros de La Iglesia Madre y de una filial de la Iglesia de Cristo, Científico. Anteriormente yo siempre había sufrido de resfriados crónicos y hasta me había sometido a una operación para aliviarme, pero sin resultado. No recuerdo exactamente cuándo, pero esta condición desapareció totalmente cuando abrazamos esta maravillosa religión. Antes de la curación de nuestra hijita teníamos en casa un botiquín lleno de medicamentos de diversas clases, pero cuando nos dimos cuenta de lo que podía hacer la Ciencia Cristiana, nos desprendimos de ellos. Jamás volvimos a comprar medicina de ninguna clase.

Reconociendo que Dios nos da todo lo bueno, fui bendecido con un empleo por el cual recibía más del doble de mi salario anterior. Pudimos comprar una hermosa casa, y tener todo lo que necesitamos.

Hemos experimentado muchas otras curaciones, como la de un tobillo fracturado, dolores de pecho, parálisis y estreñimiento.

No hay palabras que puedan expresar nuestra profunda gratitud a Dios por Su revelación a la Sra. Eddy, de la Ciencia divina y del Principio de la curación cristiana, que explica las grandes obras de Cristo Jesús. También estamos agradecidos por instrucción en clase y la satisfacción de asistir anualmente a nuestra asociación, donde recibimos nueva inspiración para promover la Causa de la Ciencia Cristiana.


Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / enero de 1976

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.