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Hace más de cuarenta años me regalaron...

Del número de enero de 1976 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Hace más de cuarenta años me regalaron un ejemplar del libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud por la Sra. Eddy. En ese entonces vivía una vida libre de preocupaciones. Tenía bastante dinero, un buen negocio, y buena salud. Me había alejado de toda iglesia y la religión rara vez ocupaba mis pensamientos. Poco después de terminar mis estudios escolares había llegado a la conclusión de que había poca o ninguna relación entre lo que acontecía en las iglesias a las que había asistido y lo que yo sabía de las enseñanzas de Cristo Jesús, con excepción de las enseñanzas morales concernientes a nuestras relaciones con otra gente.

Aunque rápidamente me di cuenta de que la Ciencia Cristiana era lo que Jesús practicó y dijo que todos debían practicar, no veía cuánto la necesitaba yo. Estaba satisfecho conmigo mismo, era egoísta, arrogante, y malhumorado. Sin embargo, comencé a leer la Lección- Sermón en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana, e irregularmente asistí a los cultos religiosos de la Ciencia Cristiana durante muchos años.

Luego estalló la Segunda Guerra Mundial, lo que significó para mí cinco años en servicio activo y separado de mi familia. Durante este período estudiaba la Biblia y Ciencia y Salud regularmente y comencé a orar en forma científica para toda la humanidad. Estuve protegido de peligros y enfermedades; pero sobre todo, la Ciencia Cristiana me liberó casi completamente del temor por mí mismo y por mi familia a pesar de que estábamos separados, y yo en alta mar expuesto al ataque de submarinos enemigos.

Después de la guerra me afilié a La Iglesia Madre y a una filial de la Iglesia de Cristo, Científico, me dediqué seriamente al estudio de la Ciencia y tomé instrucción en clase. Sin darme cuenta, gradualmente había ido perdiendo los peores aspectos de mi carácter. También tuve muchas curaciones físicas. Algunas fueron rápidas e impresionantes, otras fueron lentas. Algunas se debieron a mis propias oraciones — especialmente notable fue la curación de un tobillo seriamente lastimado (quizás fracturado), que ocurrió en el transcurso de una noche. Otras curaciones se debieron a las oraciones de practicistas de la Ciencia Cristiana. Mis curaciones incluyen las de un severo ataque de herpes en la cabeza y un ojo, de lo cual sané por completo en cinco días, y en el transcurso de una noche sané de lo que parecía ser fiebre tifoidea.

Hay, sin embargo, dos curaciones físicas que sobresalen en mi memoria y por las cuales estoy particularmente agradecido porque aprendí tanto de ellas. En ambos casos la condición física continuó empeorando hasta el momento en que la curación fue instantánea.

Durante aproximadamente treinta años había sufrido de reiteradas infecciones en los senos frontales. A medida que mi estudio de la Ciencia progresaba, la frecuencia de los ataques disminuyó y verdaderamente me olvidé por completo de ellos. Entonces sufrí un ataque más severo y molesto que nunca.

Durante semanas oré y estudié para obtener un mejor entendimiento de la declaración que aparece en la página 470 de Ciencia y Salud, “El hombre es la expresión del ser de Dios”. Comprendí que como esta expresión era mi verdadera identidad, yo no podía tener ninguna enfermedad. La condición continuó empeorando y solicité la ayuda de una practicista. Tres días más tarde la condición persistía sin ningún cambio. Yo continuaba esforzándome por entender la verdad de la perfección del ser cuando dos palabras de una declaración en la página 335 me llamaron la atención: “eterna” e “inmutable”. La declaración completa dice: “La realidad es espiritual, armoniosa, inmutable, inmortal, divina, eterna”. Me di cuenta de que aunque había estado declarando la presente perfección de mi ser como hijo de Dios, había estado aceptando que la enfermedad había sido real en el pasado. Le comuniqué esto a la practicista. Su eficaz trabajo destruyó esta falsa imagen del pasado, ya que tres días después cuando la condición física estaba peor, súbitamente se me despejó la cabeza. Estaba completamente sano.

La segunda curación notable se relaciona con una condición extremadamente dolorosa en la cadera, que había llegado al punto en que no podía apoyarme en lo más mínimo sobre una pierna y tenía que usar dos bastones para andar. Continuamente tenía dolores. En este estado le solicité a la misma practicista que nuevamente me ayudara mediante la oración.

Cuando colgué el teléfono, abrí Ciencia y Salud al azar, y las primeras palabras que noté fueron: “Toda causalidad es Mente, obrando por medio de la ley espiritual” (pág. 417) — que la Sra. Eddy menciona como una de las verdades básicas de la Ciencia Cristiana. Inmediatamente recordé una conferencia de Ciencia Cristiana que había escuchado sobre este tema. Tenía una copia de la misma y más tarde me puse a estudiarla. Después de un par de horas vino a hacerme compañía mi esposa y durante nuestra conversación le dije que iría en busca de un libro a otra habitación, y salí. Fue sólo al regresar que me di cuenta de que estaba caminando sin los bastones y sin dolor, y que por primera vez en semanas había permanecido sentado en una silla sin sentir dolor. Eso ocurrió hace varios años y la condición no ha vuelto a presentarse. Había sanado completamente.

Sin lugar a dudas éstas son pruebas de la validez y lo práctico de las instrucciones de Jesús: “Estas señales seguirán a los que creen:. .. sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16:17, 18) y (Juan 14:12) “El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también”.

¿Cómo podría dejar de estar agradecido a Dios por haber establecido la Sra. Eddy la Iglesia de Cristo, Científico, que hace disponible la Ciencia del Cristo para siempre a toda la humanidad? Estoy constantemente agradecido por el apoyo espiritual y moral que recibo al ser miembro de La Iglesia Madre y de una iglesia filial, por haber tomado instrucción en clase y por el trabajo devoto de los practicistas. “¡Gracias a Dios por su don inefable!” (2 Corintios 9:15.)


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