¿Conoces el juego “Simón dice”? Así se juega — todos deben escuchar atentamente las órdenes y luego obedecer. En una clase de arte en primer grado cuando todos jugaban a “Simón dice”, esto es lo que pasó.
Daniel fue elegido para ser Simón. Su primera orden fue: “Simón dice, ¡pon tus manos sobre la cabeza!” Todos lo siguieron. Luego Daniel ordenó: “Simón dice, ¡pon tus manos sobre los hombros!” Hicieron eso también. Como toda la clase era muy buena para seguir órdenes, comenzó a dárselas más rápido para hacerlo más difícil.
Carolina se dio cuenta de que Daniel decía rápidamente una cosa y luego hacía otra para tratar de engañarlos. Decía: “¡Pon tus manos sobre la cabeza!”, pero él las ponía sobre los hombros. Carolina conocía sus trucos, así es que para asegurarse de no caer en la trampa, ella iba a cerrar sus ojos y solamente escuchar sus instrucciones. De esta manera Simón no la podría engañar. Ella era muy buena en el juego.
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