Conocí la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) cuando un amigo trajo a nuestra casa la edición alemana del Heraldo. Me pregunté qué significaba realmente la Ciencia Cristiana. Leí ese Heraldo y después otros ejemplares. Siempre leía primero los testimonios de curaciones, pero no podía creer que en la actualidad se realizaran curaciones semejantes.
Me crié en un hogar cristiano en el que se leía la Biblia diariamente. Mis padres iban a la iglesia regularmente y se ocupaban de que nosotros, sus hijos, fuéramos a la Escuela Dominical. Cuando empecé la escuela, la primera hora del día se dedicaba a la instrucción religiosa. Cuando llegó el momento de ser confirmada, estaba familiarizada con la Biblia, el himnario y el catecismo. Sin embargo, nunca había escuchado nada sobre Ciencia Cristiana. Y ahora estaba leyendo en el Heraldo que en esta religión los enfermos se curaban mediante la oración. Además, se mencionaba frecuentemente un libro que presentaba una comprensión de Dios por medio de la cual los enfermos sanaban, algunos, leyendo simplemente el libro.
Surgió la pregunta: “¿Es verdad esto, existe algo así?” Entonces hablé con nuestro amigo, preguntándole cómo se podían curar los enfermos leyendo Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy. Le dije: “Me gustaría ver ese libro”; me respondió que no sólo podría verlo, sino leerlo, y que me lo compraría.
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