La actividad del Cristo es incesante. El Cristo, la expresión del poder sanador y salvador de Dios, está constantemente en acción, actuando universalmente para salvar a los mortales de la mortalidad y para sanarlos del pecado y la enfermedad.
Esta actividad todavía es, en gran parte, desconocida. La humanidad cree que el Cristo se limita a la persona de Jesús. Todavía está esclavizada por el temor y la limitación debido a que no ha percibido la esencia o idea espirituales, el Cristo, la Verdad.
La Ciencia Cristiana revela que el Cristo es universal y eterno; que no está limitado a una época o secta religiosa. El Cristo es la idea misma de Dios, siempre coincidente con Su mandato divino: “Sea la luz”. Gén. 1:3; Está en plena y continua acción, iluminando la consciencia humana y despertándola a las realidades espirituales.
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