[From the Directors: The Christian Science Monitor]
Cuando nuestra amada Guía, Mary Baker Eddy, fundó la Iglesia de Cristo, Científico, lo hizo acatando un mandato divino. A medida que la organización de su Iglesia fue desarrollándose, cada paso fue dado según Dios la movía a actuar. No respondió a sus deseos, sino a la voluntad divina tal como se le iba revelando. El resultado fue que estableció un sistema incomparable de educación y comunicación espirituales. Al hacerlo, actuó bajo la misma autoridad que movió a Cristo Jesús a decir: “No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre” (Juan 5:30).
Su sistema de educación y comunicación es completo en todo sentido. Ella instituyó y estableció en el Manual de La Iglesia Madre cada actividad de la Iglesia — como, por ejemplo, la Lección-Sermón, la instrucción en clase, conferencias, publicaciones periódicas — y cada una está designada para instruir espiritualmente al estudiante, para mejorar su percepción de la realidad espiritual y fortalecer su capacidad para demostrar la Ciencia divina. Más aún, estas actividades no están dirigidas al estudiante de la Ciencia Cristiana solamente, sino a todos los que buscan una solución espiritual genuina a los problemas del mundo.
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