Hace años que soy estudiante de la Ciencia Cristiana y he tenido muchas curaciones, incluyendo la curación de estómago caído. Mi alimentación había sido reducida a tres tazas de té y tres galletas por día cuando tuve una vislumbre de que Dios, el Espíritu, es supremo y que la materia no sostiene la Vida, que es Dios.
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