El divorcio existe, y muchas personas aún no saben cómo encararlo — si condonarlo o condenarlo. Se preguntan sobre el efecto que pueda tener en ellos y qué actitud deben adoptar.
La Biblia nos dice que el reino de los cielos dentro de nosotros está. Por lo tanto, la solución para todo problema sólo puede encontrarse dentro de nosotros — dentro de nuestra comprensión de lo que es Dios, el Principio divino que lo gobierna todo en armonía.
El hogar en el que reinan la armonía, la pureza, el amor, la ternura, el respeto y la confianza no puede ser dividido. El gozo no está limitado por las estaciones del año ni por la edad de los que viven en el hogar. Como todos somos hijos de Dios, es natural que nos respetemos mutuamente. En el respeto que rendimos a nuestro creador al respetar a Sus hijos, reside la seguridad de nuestro hogar. El amor y confianza mutuos cimientan la unidad espiritual de esposo y esposa y sirven de arca impenetrable que navega a salvo por el mar de la vida. En el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud, la Sra. Eddy nos da su definición de la palabra “cielo”: “La armonía; el reino del Espíritu; gobierno por el Principio divino; espiritualidad; felicidad; la atmósfera del Alma”.Ciencia y Salud, pág. 587;
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