Dios es infinito, siempre está presente, siempre activo. Él crea y sostiene a Su universo entero — el único universo que existe. Debido a que Dios es Espíritu, Su universo es totalmente espiritual. Debido a que Dios es la única causa, no puede haber otro efecto excepto aquel que emana de la perfección. El hombre es la manifestación de Dios. Es espiritual porque representa la naturaleza de Dios. Ilustra la perfección de Dios.
Dios, la Vida, es el poder verdaderamente natural que genera la existencia del hombre, y el único que es real. La Vida mueve al hombre a perpetua realidad. El Amor motiva la bondad. La Mente impele a la actividad. La entera naturaleza del hombre está espiritualmente vivificada y animada por nada menos que la presencia y el poder de Dios.
La materia no tiene vida. Es inerte. Es creencia mortal sin vida. El esfuerzo de los mortales por estimular a la materialidad, por despertarla, excitarla, aguijonearla, jamás la hará que realmente tenga vida.
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