“Debido al gran número de divorcios y al aumento de hijos naturales, más y más niños norteamericanos — uno de cada siete, para ser más exactos — viven actualmente separados de sus padres. Y, de acuerdo con un grupo de mujeres expertas en economía, la gran mayoría de esos niños tienen que continuar viviendo con poca o ninguna ayuda del padre ausente”.The New York Times, 18 de abril de 1977;
Este artículo periodístico nos hace recordar la angustia de muchas situaciones familiares penosas. Cuando uno de los padres se ha quedado solo para criar a sus hijos muy a menudo tiene necesidades abrumadoras.
Pero hay una respuesta para ellos. Pueden recurrir a Dios en oración. Pueden hallar la dirección de la Mente divina única. Pueden estar conscientes de la presencia misma de Dios, que es Amor divino, y así encontrar la calma que tranquiliza el abrumado pensamiento y hallar el valor necesario para superar la depresión. “El pobre corazón adolorido necesita su nutrimento legítimo, tal como la paz, paciencia en las tribulaciones, y un sentido inestimable de la misericordia de nuestro amado Padre”,Ciencia y Salud, págs. 365–366; escribe la Sra. Eddy en Ciencia y Salud. Este nutrimento lo obtenemos a medida que recurrimos a la fuente de todo ser verdadero.
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