Muchas personas que no pueden aceptar los dogmas tradicionales de iglesia por lo que representan, formulan preguntas como ésta: “¿Qué es Dios?” “¿Cómo se relaciona el hombre con Él?” “¿Qué puede significar esta relación para mí?”
Las respuestas no se van a encontrar mediante una lectura estrictamente literal de la historia de la Biblia, sus narraciones, parábolas, alegorías, cantos y discursos. Para que el significado de las Escrituras sea claro, consecuente, lógico e inspirador deben interpretarse espiritualmente. Esto requiere escudriñar la Biblia para encontrar su Palabra inspirada.
Por ejemplo, las Escrituras nos dicen que Dios es Espíritu y que Él creó al hombre a Su imagen y semejanza. Por lo tanto, el hombre como Su imagen es espiritual, no material. La relación de Dios, el Espíritu, con el hombre, Su reflejo espiritual, es lógica, comprensible y se puede probar. Cristo Jesús dijo: “La hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad”. Juan 4:23; Este punto de vista espiritual acerca de las Escrituras proporciona una guía práctica para la vida diaria y una base científica para la salud y la felicidad.
El significado espiritual de la Palabra inspirada revela claramente que el Dios único, infinito, incorpóreo, omnipotente es la Verdad invariable, el Principio. Él es el Alma de todo lo que es bueno y no puede contemplar el mal. Puesto que “vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”, Gén. 1:31; Él no es ni el creador ni el responsable de condiciones discordantes. El poder de Dios, como lo manifestó Jesús, demostró que era capaz de echar fuera el pecado, sanar al enfermo y resucitar a los muertos. La Sra. Eddy explica: “Las enseñanzas de Jesús y su práctica de la Verdad implicaban un sacrificio tal que nos obliga a admitir que su Principio era el Amor”.Ciencia y Salud, pág. 26;
Que Dios es Verdad así como es Amor se evidencia en varios pasajes de las Escrituras. La Sra. Eddy nos explica en el libro de texto, Ciencia y Salud: “Dios. El gran Yo soy; el que todo lo sabe, todo lo ve, que es todo acción, sabiduría y amor, y que es eterno; Principio; Mente; Alma; Espíritu; Vida; Verdad; Amor; todo sustancia; inteligencia”.ibid., pág. 587;
El hombre se relaciona con Dios como la idea inteligente de la Mente, como la expresión de la integridad espiritual de la Verdad, como la evidencia de la energía espiritual de la Vida, y así sucesivamente. La Sra. Eddy define al hombre como “la idea compuesta del Espíritu infinito; la imagen y semejanza espiritual de Dios; la representación completa de la Mente”.ibid., pág. 591.
Siendo el hombre espiritual y no material, ¿cómo es que nosotros, que parecemos seres físicos, nos relacionamos con Dios? Nuestra verdadera naturaleza es espiritual, una expresión directa de la divina naturaleza de Dios, el Principio de todo. Esto significa que al disciplinar nuestro razonamiento para que esté de acuerdo con esta revelación y dejando que Dios (la Mente de Cristo) gobierne nuestra consciencia, podemos demostrar nuestra relación espiritual con Dios. El resultado inevitable es una salud mejor, más armonía y un mayor sentido de realización.
Es posible que pase algún tiempo antes que el efecto de Ciencia y Salud sobre los conceptos teológicos acerca de Dios y el hombre sea generalmente reconocido. Sin embargo, continúa operándose un cambio en la establecida manera de pensar y doctrina religiosa. Cada vez un número mayor de personas preguntan: “¿Qué es Dios?” “¿Cómo se relaciona el hombre con Él?” “¿Qué puede significar esta relación para mí?”
Cuando la doctrina bíblica sea más ampliamente comprendida desde un punto de vista puramente espiritual, entonces las Escrituras tendrán un efecto cada vez más profundo en la humanidad, y la raza humana será la que se beneficie.
