Si bien el tratamiento en la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) es simple, su precisión y poder exigen algo más de nosotros que una manera de pensar casual. Ya sea que seamos nuevos en la Ciencia o estemos bien establecidos en ella, debemos tener un sentido progresivo de lo que es el tratamiento y de cómo opera.
El tratamiento en la Ciencia Cristiana puede ser descrito de muchas maneras. Una manera sería decir que el tratamiento es reconocer a Dios, afirmar la naturaleza espiritual y semejante a Dios del hombre, y negar las dificultades sobre la base de esas verdades.
El tratamiento debiera ser siempre cabal — justamente tan completo como podamos hacerlo — pero esto no significa que tenga que ser laborioso y prolongado. Cuanto más espontáneo sea el tratamiento, tanto más curativo es cuando esa espontaneidad viene debido a que el tratamiento tiene una amplia y profunda base espiritual. Tal tratamiento está representado por la perspicacia de percepción, por la precisión de la comprensión espiritual. Estas cualidades no toleran ninguna resistencia de la creencia mortal. El decidido requisito de Mary Baker Eddy caracteriza la espontaneidad: “Tratad una creencia en la enfermedad como trataríais el pecado, con repulsa inmediata”.Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, pág. 218; Pero ya sea que el tratamiento le parezca a la mente humana (una mente que piensa en términos de tiempo y de procedimiento material) que es breve o prolongado, el hecho importante es que realmente cura.
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