No soy un mortal que envejece y se limita,
soy el hombre, que refleja
luz sin sombras.
Respondo a la atracción de la Verdad
no al arrastre del tiempo.
No hay partículas de decaimiento que me toquen,
pues camino con el Amor,
sabiendo
que el hombre vive, exacto —¡intacto!