La manera de pensar hebrea era concreta. Términos tales como historia, personalidad, consciencia, conducta, eran casi desconocidos para los profetas y otros escritores bíblicos. Estas expresiones eran muy abstractas. Esto no quiere decir que los profetas no estuvieran familiarizados con estos conceptos; sino que, por lo general, los expresaban de manera diferente — mediante símbolos. Por esta razón, la Biblia abunda en imágenes, comenzando con la descripción metafórica de la creación espiritual en el primer capítulo del Génesis y terminando con la descripción de la ciudad celestial de Jerusalén en el Apocalipsis.
Preguntémonos: “¿Cómo hubieran expresado los hebreos los conceptos de conducta o comportamiento?” Muy simplemente: mediante la imagen que representa el andar — una metáfora como la que usamos cuando nos referimos a la distinta manera de las personas de “andar por la vida”, queriendo decir su conducta general. Por eso el autor de Deuteronomio exhorta a los israelitas: “Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer”. Deut. 5:33;
Al hojear una concordancia de la Biblia vemos inmediatamente las muchas referencias que hay bajo la palabra “andar”, “camino” y palabras relacionadas con ellas. Nos dan una vislumbre de la importancia que para los israelitas tenía el comportamiento. Comportarse correctamente era andar por la senda derecha y angosta, mientras que el mal camino era símbolo de mal comportamiento. “Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos”. Prov. 4:26; El camino que debió haber seguido Israel, pero que no siguió, está indicado en el libro de los Jueces: “Tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así”. Jueces 2:17;
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