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Símbolos bíblicos de conducta

Del número de septiembre de 1980 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La manera de pensar hebrea era concreta. Términos tales como historia, personalidad, consciencia, conducta, eran casi desconocidos para los profetas y otros escritores bíblicos. Estas expresiones eran muy abstractas. Esto no quiere decir que los profetas no estuvieran familiarizados con estos conceptos; sino que, por lo general, los expresaban de manera diferente — mediante símbolos. Por esta razón, la Biblia abunda en imágenes, comenzando con la descripción metafórica de la creación espiritual en el primer capítulo del Génesis y terminando con la descripción de la ciudad celestial de Jerusalén en el Apocalipsis.

Preguntémonos: “¿Cómo hubieran expresado los hebreos los conceptos de conducta o comportamiento?” Muy simplemente: mediante la imagen que representa el andar — una metáfora como la que usamos cuando nos referimos a la distinta manera de las personas de “andar por la vida”, queriendo decir su conducta general. Por eso el autor de Deuteronomio exhorta a los israelitas: “Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer”. Deut. 5:33;

Al hojear una concordancia de la Biblia vemos inmediatamente las muchas referencias que hay bajo la palabra “andar”, “camino” y palabras relacionadas con ellas. Nos dan una vislumbre de la importancia que para los israelitas tenía el comportamiento. Comportarse correctamente era andar por la senda derecha y angosta, mientras que el mal camino era símbolo de mal comportamiento. “Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos”. Prov. 4:26; El camino que debió haber seguido Israel, pero que no siguió, está indicado en el libro de los Jueces: “Tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así”. Jueces 2:17;

El símbolo del camino es sumamente descriptivo y se repite en toda la Biblia. El comportamiento correcto de Israel hacia su Dios era uno de los temas principales de las Escrituras. Piensen en la variación de actitudes que se pueden indicar mediante conceptos tales como el de ir cuesta arriba y cuesta abajo, retroceder o adelantar, ir lenta o rápidamente, con renuencia o anhelante, para nombrar unas pocas.

El símbolo del camino indica acción. Indica adelantar (Vorwärtsrichtung). La meta del camino era obtener sabiduría, salud, honestidad, integridad, respeto, mansedumbre, humildad, y, sobre todo, temer a Jehová o reverenciar Su poder y majestad. Para caminar o para seguir a Dios se necesita actividad. Un viaje también entraña decisiones: elegir el sendero correcto o el incorrecto. Así el camino indica la dirección que se ha tomado. Caminar en la dirección incorrecta es alejarse de Dios, perderse o apartarse. Por tanto, la rectitud, la justicia y el camino son términos que se relacionan entre sí. Ser recto es estar en el camino. El símbolo del camino también entraña un comienzo y un fin. La Sra. Eddy dice en Ciencia y Salud: “El empezar bien significa acabar bien”.Ciencia y Salud, pág. 262;

Cuando Dios dijo a Abraham: “Vete de tu tierra”, Gén. 12:1; también dirigió al patriarca por un camino que le condujo, y todavía conduce a los que siguen a Dios hoy en día, al descubrimiento de las verdades espirituales. Era y es un camino que se aleja cada vez más de la tierra de opresión y se acerca a la tierra prometida.

Los profetas, que eran no tanto revolucionarios como reformadores, continuamente alentaban a los israelitas a que anduviesen por el camino que Dios les había mostrado cuando Él hizo el pacto con ellos y les dio los Diez Mandamientos. A través de la inspiración de los profetas, Dios dijo a los israelitas que anduviesen por las sendas antiguas, que todavía conocían; pero ellos no lo hacían: “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos”. Jer. 6:16; Entonces, todos los caminos que desvían del camino que Dios ha mostrado son los caminos del hombre mortal — caminos torcidos, extraños (ver Proverbios 21:2, 8).

La historia de los israelitas se expresa con el mismo lenguaje figurado. Se ve en la descripción bíblica de la larga caminata desde Egipto a la Tierra Prometida, un viaje que no solamente fue histórico, sino que simbolizó los altibajos en la conducta de los israelitas respecto a su Dios. Más tarde, los profetas habrían de ilustrar el retorno de los exiliados desde el oriente y desde el occidente, desde el norte y el sur hacia Sion (ver Isaías 43:5, 6). Éste sería el segundo Éxodo, igualando en grandeza al primer Éxodo cuando salieron de Egipto.

Básicamente, todo aquel que en la actualidad esté tratando de liberarse de alguna forma de esclavitud está en el camino del éxodo — la salvación que cada uno de nosotros tiene que llevar a cabo por sí mismo — y las enseñanzas de la Biblia nos ayudan a evitar las trampas y las dificultades que enfrentaron los israelitas en su marcha para salir de la esclavitud. La Sra. Eddy escribe: “Tal como los hijos de Israel fueron guiados triunfalmente a través del Mar Rojo, el oscuro flujo y reflujo del temor humano, — tal como fueron conducidos a través del desierto, caminando cansados por el gran yermo de las esperanzas humanas, en espera del goce prometido,— así la idea espiritual guiará todos los deseos justos en su jornada de los sentidos hacia el Alma, de un concepto material de la existencia al espiritual, hasta alcanzar la gloria preparada para los que aman a Dios”.Ciencia y Salud, pág. 566;

El Nuevo Testamento continúa este lenguaje figurado cuando se oye decir a Jesús: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”. Juan 14:6; Se llega al camino que guía a la comprensión de la unidad del hombre con Dios demostrando al Cristo, manifestando nuestra identidad verdadera en el diario andar y hablar. De ahí que se llegara a conocer a los cristianos como los “de este Camino”. Hechos 9:2; En los escritos de Pablo la metáfora ética que más se usa es “andar”, como por ejemplo, cuando dice: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios”. Efes. 5:15;

Con frecuencia, los nombres de lugares también se usan para describir la conducta o el comportamiento. Siendo nuestra experiencia la manifestación de nuestro pensamiento, podemos ver cómo una ciudad o un país pueden ser considerados estados de consciencia simbólicos. La sincera petición del Salmista marca esta dirección: “Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud”. Salmo 143:10;

Se consideraba que Egipto era un lugar de esclavitud. Morar en Egipto era a menudo lo mismo que morar en las tinieblas del pensamiento. El escritor bíblico se refiere a Egipto como “la tierra de Cam”, 105:23; el antepasado simbólico de Egipto. La definición que da la Sra. Eddy de “Cam” en el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud: “Creencia corporal; sensualidad; esclavitud; tiranía”,Ciencia y Salud, pág. 587. es un buen resumen de las creencias falsas asociadas a la materialidad que simbolizaba Egipto.

Sodoma se ha convertido en el símbolo de la inmoralidad, que representa un estado de consciencia sumergido en lo animal.

La Tierra Prometida y la ciudad celestial de Jerusalén, por el contrario, son símbolos de verdadera espiritualidad, la consciencia de la salud y la santidad. Así el avance desde Egipto hacia la Tierra Prometida describe el abandono gradual de la creencia en la materialidad y la aceptación de la Mente que estaba también en Cristo Jesús (ver Filipenses 2:5), manifestada en una conducta correcta para con Dios y nuestro prójimo.

Este uso del simbolismo hace que la Biblia no sólo sea el libro del filósofo y el del erudito, sino también el del pescador y el del carpintero. El simbolismo de la Biblia habla en el idioma de la gente. Una persona puede no haber tenido una educación que le permita entender términos filosóficos, pero puede entender fácilmente las ilustraciones que aparecen en la Biblia, que están tomadas de la vida diaria, e identificarse con ellas. Pueden ayudarlo a comprender y aplicar las verdades espirituales de la Biblia.

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