Las tareas y exámenes escolares son excelentes oportunidades para glorificar a Dios, la única Mente, y demostrar así el dominio que Dios le ha dado al hombre.
Hace algún tiempo, me apareció en la cara una inflamación llamada herpes. El término escolar estaba por finalizar, y mis profesores le recomendaron a mi madre que tal vez sería mejor que esperara para presentar los exámenes. Temían que ésto aumentara la tensión, lo cual complicaría mis problemas.
Mi madre les aseguró que no había razón para preocuparse y que a mí me decepcionaría no poder examinarme con el resto de la clase. Entonces me comuniqué con una practicista de la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens). Hablamos sobre Dios, y me ayudó a ver que la materia no es real, porque no refleja a Dios. La materia puede ser destruida; pero Dios no puede nunca ser destruido. Él es eterno. Y porque Dios es eterno, el hombre también lo es. Leí pasajes de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy relativos a la armonía del hombre. La respuesta que la Sra. Eddy da a la pregunta “¿Qué es el hombre?” fue de particular ayuda en ese momento (ver Ciencia y Salud, págs. 475–477). Rápidamente el severo dolor desapareció.
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