Hace muchos años, cuando Mary Baker Eddy era muy niña, aprendió acerca de los personajes de la Biblia. Le encantaba oír los relatos acerca de David, José, Daniel y de todos los demás. Pero del que más le gustaba saber era de Cristo Jesús. Todos los días la familia se reunía para escuchar a su papá leer de la Biblia. En ese entonces, a pesar de que muchas personas leían sobre las casas maravillosas que hizo Jesús, ninguna de ellas sabía cómo las hacía.
Mary y sus cinco hermanos y hermanas mayores vivían con su mamá y su papá en una granja donde había mucha actividad. A Mary le encantaba jugar al aire libre y ayudar a cuidar de los animales. Algunas veces, cuidaba especialmente a algún corderito que estaba enfermo, hasta que se restablecía.
La escuela a la que iba Mary quedaba lejos de su casa y ella tenía que caminar un largo trecho. Como esta escuela tenía sólo un salón, todos los niños, grandes y pequeños, se sentaban juntos. También Albert, el hermano mayor de Mary, le ayudó a aprender muchas cosas.
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