El pesar ha sido una de las emociones más poderosas que atormentan a la humanidad. Muchos dramas griegos fueron famosos por su descripción de personajes trágicos destinados a sufrir. El término “tragedia” viene de una palabra griega que significa “canto de cabra”, tal vez por el hecho de que los primeros actores se vestían con pieles de cabra. Estos héroes y sus catástrofes despertaban gran compasión en la audiencia.
La pérdida de alguien a quien amamos puede hacernos sentir que estamos atrapados en el drama de la vida mortal con su canto macabro de tristeza. ¿Es el pesar la voluntad de Dios para Sus amados hijos? ¡Ciertamente que no! En la Biblia leemos este pasaje consolador para todos los que sufren: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor”. Apoc. 21:4.
Esta profecía se cumple en la Ciencia del Cristo, que muestra el camino para salir del pesar. La Sra. Eddy escribe: “El entender espiritualmente que no hay sino un solo creador, Dios, desenvuelve toda la creación, confirma las Escrituras, trae la dulce seguridad de que no hay separación ni dolor, y que el hombre es inmortal y perfecto y eterno”.Ciencia y Salud, pág. 69. El Cristo, la Verdad, que provee las respuestas de la Vida a las preguntas de la vida en todas las edades, ha capacitado a innumerables individuos para sanarse del pesar.
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