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La Iglesia en acción

La Iglesia en acción

Del número de abril de 1981 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

The Christian Science Journal


El Monitor se identifica con la Iglesia

En su libro Commitment to Freedom (Compromiso con la libertad), la historia del The Christian Science Monitor, Erwin D. Canham dice: “La meta del The Christian Science Monitor es la de jamás hacer importuna la religión, pero no titubea en señalar que el estar más consciente de los valores y deberes espirituales es el preámbulo esencial a la acción que conducirá a la salvación de la sociedad... La iglesia establecida [por Mary Baker Eddy] proporciona el marco en el que se publica [el Monitor]”.Commitment to Freedom (Boston: Houghton Mifflin Company, 1958), pág. xxiv.

Al apoyar y comprender el papel del Monitor, es primordial reconocer que lo que el diario es y su función en el mundo no pueden separarse de la misión y las normas de la Iglesia que lo publica. En la proporción en que esto se reconozca, la publicación del Monitor será espiritualmente eficaz así como viable desde el punto de vista periodístico, haciendo del diario un recurso vital que se encuentra “elevando la raza humana, despertando el entendimiento dormido de sus creencias materiales a la comprensión de las ideas espirituales”.

Los Científicos Cristianos que trabajan para el Monitor confían de manera natural en su entendimiento de Dios y en la oración para llevar a cabo su actividad profesional y privada. Están convencidos de la vitalidad de las siguientes palabras de la Sra. Eddy y de cuán prácticas son: “La oración, la vigilancia y el trabajo, combinados con la inmolación propia, son los medios misericordiosos de Dios para lograr todo lo que se ha hecho con buen éxito para la cristianización y la salud del género humano”.Ciencia y Salud, pág. 1.

Una representante de circulación del Monitor en Australia lo expresó de esta manera: “Siempre empiezo mi tarea de representante con la oración metafísica. Afirmo la realidad de la única Mente hasta que siento y sé que no hay otra presencia. Esta presencia pura de la Mente, al reconocerla y sentirla, me ha llevado una y otra vez a la persona que está interesada en una suscripción.

“Un día después de estar visitando posibles suscriptores, me encontré en un centro comercial. No me quedaban más visitas que realizar, así que acudí a la Mente utilizando las palabras de la Sra. Eddy: ‘La colina, di, Pastor, cómo he de subir’.Himnario de la Ciencia Cristiana, Himno No. 304. Entonces vi en una puerta el letrero de un abogado. Me sentí impelida a presentar el Monitor allí”.

Cuando la representante iba subiendo la escalera, bajaba un caballero, y ella sintió que debía presentarse. Resultó que era el abogado.

“Y usted quisiera venderme una suscripción”, dijo él, a lo que ella contestó: “Me encantaría hacerlo”, y le mostró la edición internacional. El abogado se suscribió, y cuando llegó a su casa ese día, llamó a la representante para expresar su respeto y aprecio por el diario. Comentó que fueron los “motivos del Monitor y su espíritu de unidad” lo que lo había inducido a suscribirse.

‘Trabajamos para el Monitor porque amamos la Iglesia’

Los que tienen a su cargo la publicación del Monitor tienen presente, al igual que otras personas de negocio o profesionales, que deben trabajar mucho para conseguir las noticias, vender publicidad, procesar suscripciones y aumentar la circulación. Como otros profesionales, los empleados del Monitor se ocupan básicamente de hacer de su periódico el mejor posible y de hacerlo llegar al público.

No olvidan el mandato de la Sra. Eddy, que dijo que su diario se llamaba “Monitor, para que divulgue indivisamente la Ciencia que opera inagotablemente. La finalidad del Monitor es no perjudicar a nadie, sino bendecir a toda la humanidad”.The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 353. Los lectores identifican al Monitor con la Iglesia que lo publica. Los empleados del Monitor, a su vez, tienen la oportunidad de reconocer lo que implica espiritualmente este reconocimiento, y la fuerza que da a su propia responsabilidad respecto a lo que es la Iglesia, y a lo que ésta hace por la humanidad.

Esto no limita la utilización del conocimiento profesional y comercial; por el contrario, este conocimiento se agudiza. Derek Holmes, gerente de la Sección Anuncios Locales del Monitor, compartió con La Iglesia en Acción su manera de enfocar su trabajo en el Monitor, y la curación que emerge cuando se identifica al diario con la Iglesia.

Posibilidades para sanar

Nos comentó el Sr. Holmes:

“Cuando Moisés envió doce varones a reconocer la Tierra Prometida, ellos le informaron que era una tierra que fluía leche y miel. Pero diez de los doce temieron los enormes desafíos. Las ciudades estaban fortificadas, y algunos de sus habitantes eran gigantes.

“Sin embargo, Caleb dijo: ‘Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos... Con nosotros está Jehová; no los temáis’. Pero los otros se asustaron y declararon: ‘Éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos’. Ver Núm. 13 y 14.

“La mayoría quejosa y atemorizada prevaleció, por eso los hijos de Israel anduvieron errantes en el desierto otros cuarenta años.

“Como vendedor de anuncios, encuentro que el desafío que se me presenta es casi idéntico al que se le presentó a quienes fueron a reconocer la Tierra Prometida. Al principio vemos a nuestros posibles anunciantes ‘allá lejos’, como si fueran una tierra simbólica de leche y miel. Ofrecen muchas oportunidades para que el Monitor demuestre su utilidad. Luego miramos nuevamente. La tierra parece ya completamente ocupada por otros medios de difusión, tan sólidamente establecidos en las prácticas comerciales y a veces en normas cuestionables, que nos sentimos como una langosta según nuestro parecer. Entonces tenemos que cobrar ánimo y decir como Caleb: ‘Subamos luego, y tomemos posesión de ella’.

“También debemos darnos cuenta de que lo que vale no se puede medir en números. A los probables clientes que me preguntan sobre nuestra circulación les digo que tenemos 18.000 anunciantes que usan nuestra publicación regularmente, y que ninguno de ellos nos ha comprado espacio para anuncios porque se hayan impresionado con las cifras de nuestra circulación. Ellos compran espacio porque quedan satisfechos con los resultados.

“Siento que trabajamos para el Monitor porque amamos a Dios, amamos la Iglesia, creemos en la misión sanadora del Cristo. Por eso en mi trabajo pienso en las palabras de la Sra. Eddy: ‘Quienquiera que desee demostrar la curación por la Ciencia Cristiana, tiene que atenerse estrictamete a sus reglas, tener en cuenta cada una de sus proposiciones, y avanzar desde los rudimentos fijados. No hay nada que sea difícil ni penoso en esta tarea, cuando el camino es señalado; pero sólo la abnegación, la sinceridad, el cristianismo y la persistencia alcanzan el premio, como suele pasar en todas las actividades de la vida’.Ciencia y Salud, pág. 462.

Un cliente bendecido

“Uno de los momentos más desafiantes en la venta de anuncios en el Monitor ilustra este punto. Quería ponerme en contacto con cierto almacén de alimentos en Londres. Llamé por teléfono, envié copias del Monitor indicando artículos de interés para su negocio, pero el propietario se negaba a recibirme. Esto continuó durante meses; pero seguí creyendo que debía persistir. Hay un pasaje en Proverbios que dice: ‘¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará’. Prov. 22:29. Decidí que tenía el derecho de estar delante del rey — el propietario de la compañía — por eso seguí enviándole ejemplares del diario. Después de unos diez meses lo llamé nuevamente por teléfono y finalmente accedió a recibirme personalmente.

“Bien, conseguí la entrevista y el propietario me dijo: ‘Joven, la única razón por la que accedí a verlo es porque admiro su persistencia. Pero quiero que sepa esto: Odio la Ciencia Cristiana y la he odiado durante veinticinco años. Ahora, ¿qué me va a vender?’

“Nunca antes oré con tanto fervor como lo hice en ese momento para que el Padre pusiera las palabras en mi boca. Quería estar totalmente consciente de que el poder sanador de la Verdad estaba presente. El señor me contó que tenía un familiar que había contraído una enfermedad diagnosticada incurable por la medicina. Esta persona había recurrido a la Ciencia Cristiana y no se había curado. Éste era el origen de su rencor. Mientras hablábamos yo oraba, y sentí compasión por este hombre. Le dije: ‘Lamento mucho enterarme de la experiencia de su pariente. Pero permítame decirle que la Ciencia Cristiana ha sobrevivido por más de cien años porque una sincera mujer de Nueva Inglaterra vislumbró a través de su estudio de las Escrituras que la curación cristiana está a nuestro alcance hoy como lo estaba cuando Jesús estaba aquí. En la actualidad hay aproximadamente tres mil iglesias filiales que son testimonio vivo del hecho de que la Ciencia Cristiana verdaderamente sana.

“ ‘De vez en cuando hay personas que no han sido sanadas, como el caso de su pariente. Pero me pregunto si aceptaría una analogía. En Inglaterra reverenciamos a Shakespeare por ser nuestro mejor poeta y dramaturgo. Ahora bien, si viera una mala representación de una de sus obras maestras, ¿culparía usted a Shakespeare? Lo mismo sucede con la Ciencia Cristiana. A veces una persona no tiene éxito en su aplicación de la verdad. Pero si no fuera un sistema curativo eficaz no hubiera sobrevivido cien años’.

“Al final, por supuesto, puso un anuncio, el que tuvo buena acogida. Pero lo más importante para mí fue la oportunidad de disipar un concepto equivocado que había durado un cuarto de siglo”.

[Extractos compilados de la sección “Church in Action” del The Christian Science Journal.]

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