Cristo Jesús tenía la clave para vivir de una manera triunfante. Sus primeras palabras registradas sobre su misión fueron dichas en Jerusalén cuando tenía solamente doce años de edad. María y José lo habían llevado a la fiesta de la Pascua, pero él se quedó en la ciudad sin que ellos lo supieran.
Después de buscarlo durante tres días lo encontraron en el templo con los doctores de la ley. Jesús les preguntó: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabías que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? ” Lucas 2:49. A los doce años Jesús ya sabía cual era el propósito de su vida.
Cerca de dos décadas más tarde, casi al final de su notable carrera, el Maestro fue llevado ante la corte presidida por Poncio Pilato. Se le acusaba de ser un malhechor. Durante todo el juicio — una parodia de justicia — Jesús habló muy poco. Pero al responder a una pregunta de Pilato, el Maestro reiteró el propósito de su vida: “Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad”. Juan 18:37.
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