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Cómo comprender mejor a La Iglesia Madre

Del número de julio de 1982 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Tal vez nadie comprende cabalmente la estructura que es Iglesia. Muchos de nosotros hemos llegado a descubrir dos puntos. (1) Iglesia no se define por dimensiones físicas; más bien, la comprensión metafísica de los miembros de una iglesia, de lo que es Iglesia, tiene gran importancia en la forma física que asuma su demostración de Iglesia. (2) La estructura orgánica no está definida por comités y juntas directivas. El funcionamiento de comités y juntas directivas está directamente relacionado con una comprensión más clara de Iglesia e incluso manifiesta rápidamente los buenos resultados de esa comprensión.

El término “complejo de iglesia”, frecuentemente usado para referirse a los edificios del Centro de la Ciencia Cristiana, podría darnos otro discernimiento en cuanto a Iglesia. Como símbolos, estos edificios podrían muy bien decirnos que tenemos una iglesia compleja, capaz de responder a las necesidades de un mundo complejo.

La Iglesia verdadera es la estructura espiritual de Dios, definida por la Fundadora de La Iglesia Madre, Mary Baker Eddy, de esta manera: “Iglesia. La estructura de la Verdad y el Amor; todo lo que descansa en el Principio divino y procede de él”.Ciencia y Salud, pág. 583. La Iglesia, siendo estructura, no es monolítica sino hecha de partes. Esto es importante si hemos de comprender a La Iglesia Madre.

Un concepto humano de estos componentes podrían ser las juntas, los comités y funciones establecidos por la Sra. Eddy en el Manual de La Iglesia Madre para proveer un complejo de servicios sanador. Todos ellos reflejan la unidad del Cristo como Pablo la vio cuando escribió: “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo”. 1 Cor. 12:12. Pablo relacionó esta unicidad del Cristo con los fieles que estaban trabajando para practicar y perpetuar el cristianismo al escribir: “Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros”. V. 21.

Cuán radical fue esta declaración de una comunidad cristiana ideal, y qué distinta era de una jerarquía. Todo el capítulo doce de la Primera Epístola a los Corintios, de la cual fueron tomadas las palabras citadas, discierne muy bien la naturaleza de la verdadera Iglesia Cristiana.

Algunas veces puede ser conmovedor descubrir cómo La Iglesia Madre llena los requisitos de la Iglesia primitiva. Ningún clero la gobierna. Cada miembro es vitalmente importante; ninguno de ellos carece de valía.

Mantener a La Iglesia Madre libre de la intrusión de jerarquía es el deber de cada uno de nosotros. Podemos hacer un esfuerzo para pensar acerca de cada miembro como practicista de la Ciencia Cristiana, algunos registrados porque están dispuestos a servir al público, mas todos practicando esta Ciencia en un alcance cada vez más amplio. Podemos darnos cuenta de que hay una solo cargo que ocupar, y que éste es el del Cristo. Cada uno refleja esa actividad a medida que firmemente se aparta de los medios y arbitrios humanos para la demostración de la Ciencia Cristiana. Y no ocupa ningún puesto en La Iglesia Madre o en una iglesia filial a menos que recurra al Padre para saber cuál es Su dirección para Su Iglesia.

A medida que somos leales en mantener a nuestra Iglesia fiel a la revelación de Pablo y al puro designio de la Sra. Eddy, nos damos cuenta de que en vez de habernos quedado atrás en nuestro mundo complejo, La Iglesia Madre y sus filiales tienen todo lo que es necesario para resolver los problemas de hoy en día. Uno bien podría llegar a la conclusión de que a medida que la Iglesia verdadera se está evidenciando más, el mundo está despertando al hecho de sus interdependencias, reflejadas en la estructura de La Iglesia Madre. Y una demostración más elevada de Iglesia reemplazará los temores asociados con la dependencia. Así uno puede esperar la alegría de mutua cooperación y participación en la vida de cada uno, local e internacionalmente.

La demostración más pequeña y más local de Iglesia, así como las oraciones y acciones de alcance internacional, reflejan la naturaleza infinita de Iglesia. Aun cuando nuestra Iglesia está estructurada de partes relacionadas entre sí, nuestro interés necesario por una parte no eclipsa nuestra consciencia del todo ni nuestras oraciones en favor de ese todo.

Para que el progreso espiritual de sus seguidores aumentara, como siempre lo deseó, la Sra. Eddy escribió, basándose en su visión de La Iglesia Madre, este Estatuto: “Los miembros de esta Iglesia no deberán afiliarse a organizaciones que impidan su progreso en la Ciencia Cristiana. Dios requiere todo nuestro corazón, y Él proporciona, dentro de los anchurosos canales de La Iglesia Madre, ocupaciones y deberes suficientes para todos sus miembros”.Manual, Art. VIII, Sec. 15.

El empleo en “los anchurosos canales de La Iglesia Madre” incluye el reflejar esas cualidades que se originan en la Verdad y el Amor. Humanamente demostradas, éstas son los afectos, la compasión, la integridad, la inteligencia, las habilidades y motivaciones de los miembros de la iglesia. La interacción de estas cualidades y fuerzas produce eficacia y armonía, lo cual hace que los trabajadores de la iglesia estén menos abrumados y más alerta a las necesidades del mundo. La Iglesia Madre está comprometida en una vasta obra sanadora. La Sra. Eddy define el alcance de esa obra de esta manera: “La Iglesia es aquella institución que da prueba de su utilidad y se halla elevando la raza humana, despertando el entendimiento dormido de sus creencias materiales a la comprensión de las ideas espirituales y a la demostración de la Ciencia divina, así echando fuera los demonios, o el error, y sanando a los enfermos”.Ciencia y Salud, pág. 583.

Cuando nos unimos en el trabajo de la iglesia, percibimos mejor no sólo nuestras relaciones en la vida sino también el alcance de La Iglesia Madre. Bien podríamos preguntarnos en las palabras de Salomón: “Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?” 1 Reyes 8:27.

Comprender que Iglesia es “la estructura” —la estructura — “de la Verdad y el Amor” y es “todo lo que” —todo lo que— “descansa en el Principio divino y procede de él” nos capacita para elevarnos y ver que la Iglesia no sólo está en alguna parte sino en todas partes. Entonces nos elevamos aún más para comprender que la Iglesia no sólo está en todas partes sino que es la estructura misma de la realidad. Y si bien las ideas individuales que forman la Iglesia proceden del Principio divino, comprendemos metafísicamente que esto no las separa del Principio. Continúan descansando sobre el Principio.

Estas ideas que proceden del Principio infinito y descansan en él, se manifiestan en las muchas partes relacionadas entre sí de nuestra Iglesia. La Iglesia Madre, en su significado espiritual más elevado, no puede ser simplificada sin perder su estructura y disminuir su valía para con el mundo. Pero a medida que cada uno de sus muchos canales conectados se llene con las ideas de la Verdad y el Amor, la corriente de aguas cumplirá la profecía bíblica. Ver Ezequiel 47:1–9 y Apocalipsis 22:1, 2 para poder discernir mejor la estructura y acción sanadora incorporadas en La Iglesia Madre.

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