¿Cómo combatimos enfermedades contagiosas? ¿Cómo protegemos a nuestras familias y a nuestros hijos contra esta clase agresiva de discordia? Para satisfacer estas exigencias hay ciertas verdades que es necesario comprender. Un hecho es que el contagio no es material, es decir, no surge por contacto material.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!