El recurrir a Dios puede tener efectos prácticos que enriquecen no sólo nuestra vida sino la de los demás. La Iglesia en Acción recibe repetidamente numerosos informes sobre los seguros (aunque no siempre dramáticos) efectos de confiar en Dios, la Mente divina, para ser guiados y fortalecidos.
Una estudiante graduada recuerda que en su experiencia “las bendiciones continuaron llegando”.
“Había estado deseando ansiosamente ir a la universidad porque significaría nuevas aventuras, muchas diversiones, amistades nuevas. ¡Qué golpe! Mis cursos requerían mucho estudio y no estaba sacando buenas calificaciones. La ciudad universitaria estaba tan aislada que no había nada que hacer excepto estudiar. Y dado que era una universidad para mujeres, no había vida social. Para colmo de males, no había iglesia de Ciencia Cristiana ni Escuela Dominical cerca. Si bien en el The Christian Science Journal se anunciaba que en esta universidad había una organización de la Ciencia Cristiana, no había indicio alguno de actividad.
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