Si usted hubiese nacido en el seno de una familia real y hubiese sido destinado a ser rey o reina, las preguntas clave acerca de su futuro tendrían ya respuesta aun antes de ser formuladas; preguntas tales como el lugar de su vivienda, el monto de sus ingresos, la suma de sus responsabilidades. Esto mismo se aplicaría, hasta cierto punto, si hubiese nacido en el seno de alguna familia con tradiciones muy arraigadas.
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