¿Qué medida usaríamos para calcular la abundancia? Consideremos, por ejemplo, la provisión de agua corriente. ¿Es nuestro concepto de abundancia un lago que se extiende por kilómetros? ¿Una vertiente en una montaña? ¿Un río que se desborda? O ¿está limitada a la llave de agua de nuestra cocina; o a un pozo aislado, si vivimos en un desierto?
Si tenemos un pobre concepto de provisión, nuestros recursos serán limitados. Necesitamos cambiar el estrecho concepto de las limitaciones mortales por el de abundancia espiritual mediante la clara e inteligente comprensión de lo que realmente es la sustancia y de dónde viene.
Si la sustancia fuera medida por posesiones o ingresos materiales, sería limitada, finita; no tendría una base segura. Es obvio que necesitamos ver mucho más profundo que eso: necesitamos recurrir a Dios, la fuente de todo bien; y la provisión de Dios es permanente.
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