El entusiasmo de un nuevo empleo, o la satisfacción del continuo progreso en un empleo de años, es lo que la mayoría de la gente desea. Un empleo productivo y útil es una realidad para muchos; se sienten felizmente colocados y correctamente motivados.
Sin embargo, para un gran porcentaje de la fuerza laboral en muchas partes del mundo, el desempleo es una triste realidad, a menudo acentuada por rechazos basados en factores tales como edad, educación o conocimientos.
El hombre, como se comprende en la Ciencia Cristiana, no es un mortal que puede tanto triunfar por su propio esfuerzo como ser propenso al fracaso. Por tanto, no es una víctima de las estadísticas económicas. El hombre es la imagen de Dios, y su propósito verdadero es el de expresar las cualidades de Dios, del Principio, Alma, Verdad, Amor, Espíritu, Mente y Vida. La Biblia revela que Dios es el único creador omnipotente: “Reconoced que Jehová es Dios; él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos”. Salmo 100:3.
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