Debido a su amor por los niños y su respeto por los esfuerzos de la policía para combatir el maltrato de los niños, una Científica Cristiana en Southland, Nueva Zelanda, buscaba la forma de ser útil. Ahora, escribe sobre temas que el personal policial de enseñanza usa con éxito para enseñar a los niños a reconocer situaciones que puedan ser peligrosas.
Las historias de Patricia Wilson se usan extensamente en proyectos escolares y han aparecido en programas de televisión para niños.
Su primera historia fue escrita para mostrar a los policías bajo una luz diferente de la que con frecuencia se ven. Escribió acerca de un policía que enseñaba a su hija, de edad preescolar, cómo deletrear y decir su nombre completo, y cómo recordar y escribir su dirección. Esta historia fue mostrada poco después en un programa de televisión para padres de niños de poca edad.
Luego, la policía solicitó a la Sra. Wilson que los ayudara en sus esfuerzos para instruir a los niños sobre cómo mantenerse a salvo y evitar verse envueltos en situaciones en las que puedan resultar maltratados. Le pidieron que preparara un material de enseñanza para maestros y personal policial de enseñanza; este material incluye folletos para que los padres los utilicen en charlas con sus hijos, y una lista de otro material de lectura.
A la Sra. Wilson no le faltan ideas nuevas. “Si hay constantemente una oración en mis labios y en mi corazón”, dice, “ésta es el reconocimiento de que Dios es el creador y la fuente de todas las ideas espirituales, y que Sus ideas son nuevas, ordenadas, perfectas, debidamente ubicadas y expresadas constantemente en el hombre”.
No es posible estimar cuántos niños se han beneficiado gracias a las historias de la Sra. Wilson, pero la policía de Nueva Zelanda alaba con entusiasmo la elevada calidad de su obra. O. R. Sanders, Funcionario del Desarrollo de Programas de Estudios, dice al transmitirle las felicitaciones en nombre de la Escuela de Policía: “Usted ha logrado exponer con palabras situaciones bastante intrincadas en una forma clara para los niños y aceptable para los adultos”. Hacía tiempo que ellos buscaban este tipo de ayuda.
“¿Puede imaginarse usted algo más gracioso que esto”, dice la Sra. Wilson, “la fuerza policial y yo buscándonos mutuamente? ¿No es maravilloso que nos hayamos encontrado?”