¡Otra huelga! Estando en el aeropuerto en una localidad que no conocía, listo para partir, descubrí que mi vuelo se había cancelado debido a una disputa industrial. No podía evaluar imparcialmente ningún bien o mal justificable. Todo lo que sabía era que mis planes inmediatos habían sido interrumpidos.
Sin duda, muchos se han visto en una situación similar y entenderán que la situación me parecía muy inoportuna. Sin embargo, la Ciencia Cristiana nos enseña a aceptar la verdad de que una fundamental y perfecta creación espiritual se desarrolla eternamente, como se describe en el primer capítulo del Génesis. En el reino del bien infinito, la Mente divina es omniactiva y está gobernando. A medida que aceptamos esta base verdadera del ser, nuestra experiencia evidencia lo divino, y la armonía se restablece como secuencia natural.
En mi caso, era necesario ser paciente y entender que todas las cosas estaban obrando juntas como el bien mismo. En vez de preguntarme cómo se resolvería la situación, tenía que anclar mi pensamiento en algo más elevado que la esperanza humana, elevarlo al reconocimiento de la inteligente y unificada actividad de la Mente, Dios. Como lo explica la Sra. Eddy en Ciencia y Salud: “El cemento de una humanidad más elevada unirá todos los intereses en la divinidad única”.Ciencia y Salud, pág. 571.
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