Cristo Jesús constantemente les indicaba a sus discípulos y a los que sanaba que recurrieran a Dios, a quien describió como el Padre, la fuente de todo bien. Y después de su resurrección le dijo a María Magdalena: “Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios”. Juan 20:17.
En la Ciencia Cristiana aprendemos que Dios no es un ser humano glorificado. La Sra. Eddy escribe en Ciencia y Salud: “La Ciencia Cristiana da gran énfasis al concepto de que Dios no es corpóreo, sino incorpóreo, es decir, sin cuerpo”.Ciencia y Salud, pág. 116.
Si Dios no es material, entonces, ¿qué es? Es Espíritu, como nos lo dice la Biblia. Y el hombre es el linaje espiritual de Dios. En realidad, nuestra sustancia espiritual proviene de Dios, y tiene que ser invariablemente buena.
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