Mucha gente sufre de timidez cuando se entrevistan con otras personas, concurren a funciones públicas o inician un nuevo trabajo. Se sienten avergonzados e incapaces de mostrar lo mejor de sí mismos. No obstante, es un falso concepto del yo lo que causa tal aflicción.
La Ciencia Cristiana enseña que Dios es Amor; que el Amor es infinito, omnímodo; y que el hombre es la idea, la imagen divina o reflejo de Dios, el Amor. El concepto verdadero de que somos idea de Dios, destruye un falso concepto del yo que surge de la creencia de que el hombre está separado de Dios. En el grado en que comprendamos nuestra unidad con Dios, abandonamos el equivocado concepto material de nosotros mismos de que somos mortales inadecuados y desconcertados. Estamos más conscientes de nuestra identidad espiritual. La Sra. Eddy escribe en Ciencia y Salud: “La individualidad genuina del hombre se puede reconocer sólo en lo que es bueno y verdadero. El hombre no es creado por sí mismo, ni por los mortales. Dios creó al hombre”.Ciencia y Salud, pág. 294.
Todos los problemas humanos surgen de la creencia errónea de que la vida es material, que la inteligencia se origina en la materia, que es capaz de expresar el bien y el mal. Tales creencias son engañosas y no tienen poder.
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