Gratitud es el reconocimiento
por la eterna presencia del Amor,
por percibir glorioso el pensamiento
que alberga ahora al Cristo sanador.
Gratitud por hallar asiduamente
de Dios el tierno amor y protección,
gratitud por lograr más firmemente
mi anhelo de más clara comprensión.
Gratitud y oración a cada instante
por vida, por amor, por redención,
por ver huir el mal, por ser constante
batallador en pos de salvación.
Gratitud por la fe que me encamina,
que me sostiene en alta aspiración,
la fe que no se arredra ni declina,
la fe que alienta firme al corazón.
Destruido el temor, duda vencida,
firmes motivos son de gratitud;
como lo es el vislumbrar la vida
plena de gozo, amor y excelsitud.
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