Un día vivimos en relativa libertad y, al día siguiente, nos despertamos con las perturbadoras noticias de que el gobierno ha caído y que el país está bajo control militar. ¿Parece una posibilidad remota? Entonces, ¿qué decir de una corrosión gradual de la libertad de palabra y de religión mediante crecientes leyes restrictivas? ¿Increíble? No. La tiranía puede presentarse en formas tanto sutiles como agresivas; no sólo con balas, sino también mediante injustas legislaciones. Declara la guerra a los inalienables derechos del hombre.
¿Qué podemos hacer contra la tiranía, cualquiera que sea la forma en que se presente? Podemos hacer lo que nuestro Mostrador del camino, Cristo Jesús, nos enseñó: recurrir a Dios en oración.
Pero las ideas que las personas abrigan acerca de la oración parecen ser tan numerosas como sus ideas acerca de Dios. Es por eso que necesitamos considerar qué es la oración. Pedirle ayuda a Dios en momentos de necesidad y esforzanos por amar a nuestros enemigos, es esencial. Pero la Ciencia Cristiana enseña que la oración abarca mucho más.
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