Mucho se habló en la década del 70 sobre el tema de los derechos humanos, y aún hoy es noticia. En casi todo el mundo se formaron, o se forman, comités para defender los derechos humanos individuales.
El Científico Cristiano sabe que la libertad espiritual es un derecho dado al hombre por Dios. El adorar a Dios correctamente trae un sentido más amplio de libertad, pues nos libera de las creencias materialistas que siempre tenderían a limitar el advenimiento de nuestra verdadera identidad a la semejanza del Cristo. Por supuesto que, con esta clase de oración, no descuidamos las obligaciones humanas. Si los gobiernos han de actuar correctamente y ser una bendición para la humanidad, necesitarán reflejar en un grado cada vez más elevado al gobierno divino. El reconocer a Dios como el Legislador supremo, nos capacita para emular más perfectamente la voluntad divina, que siempre es buena, en toda decisión que tomemos.
Ahora mismo, nuestras oraciones pueden ser muy útiles para ayudar a liberar a la humanidad de la dominación, la imposición, la tiranía y el orgullo. Esos modelos falsos de gobierno no vienen de Dios. Se derivan de un punto de vista materialista del hombre y el universo, y pretenden imponerse tanto al gobernante como al gobernado.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!