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El toque sanador del Cristo

Del número de junio de 1986 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Las manos humanas, ¿están dotadas, física o espiritualmente, de poder sanador? Actualmente hay personas que lo creen así. Las iglesias cristianas han cobrado un renovado interés en la práctica bíblica de imponer las manos. En algunos círculos médicos se considera terapéutico el toque humano o el acercar las manos.

La Biblia relata que Cristo Jesús a veces extendía la mano y tocaba a quienes sanaba: un leproso, una mujer con fiebre, dos ciegos y un hombre a quien le habían cortado la oreja. Ver Mateo 8:2, 3, 14, 15; Mateo 9:27-30; Lucas 22:50, 51. Pero el cristiano por excelencia efectuó otras curaciones sin que existiera ningún contacto físico. De hecho, algunas de ellas se llevaron a cabo cuando él ni siquiera estaba presente. Un buen ejemplo de esto es la curación del siervo del centurión, que fue sanado de una grave enfermedad simplemente por las palabras de Jesús. Ver Lucas 7:1-10.

De acuerdo con lo que registra la Biblia de sus enseñanzas y predicación, Cristo Jesús nunca atribuyó poder sanador al contacto físico. Enseñó a sus seguidores a recurrir al poder de Dios, el Espíritu divino, como el restaurador de la salud física, la fortaleza y la vida. Simplemente dijo: “El Padre que mora en mí, él hace las obras". Juan 14:10. Aquí no hay ninguna indicación de que el Padre necesitara las manos humanas para activar Su omnipotencia.

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